3.2.11





Moda medieval - Siglo XI -

Tn el siglo XI se llevaban modas de vestidos románticos de influencia bizantina con ropas largas y ampulosas, de anchas mangas, túnicas y mantos. Los pantalones largos quedarán confinados a los campesinos, y las clases pudientes llevarán calzas ceñidas a las piernas con ligas o sujetas con cintas al cinturón o camisa.

LAS TÚNICAS
En España, a diferencia del resto de Europa, estas se observan en gran variedad y muchas tienen nombres de origen árabe. La mutebag era ajustada y sin mangas, mientras que el mofarage o mofarrex tenía una abertura desde la cintura, dejando las piernas descubiertas.
Las clases pudientes llevaban túnicas de diferentes longitudes que se llevaban superpuestas. Las túnicas exteriores se llamaban pintelles, o aljubas, un término usado en siglos posteriores para designar a la prenda usada sobre todas las demás. Hay también referencias a la adorra, que se abotonaba por la parte delantera, probablemente la referencia más antigua a los botones. También se ven túnicas abiertas por la parte delantera hasta un punto invertido, otras alargadas por detrás hasta los tobillos (a veces en puntas) y aún otras con una cola rectangular por detrás . Las túnicas se hacían de lana y lino y, en el reino de León, se las podía ver hechas en cara seda coloreada. La España musulmana en esta época competía con Oriente en la manufactura de telas de seda.
Las prendas se decoraban con tiras (posiblemente bordadas) sobre los puños, mangas, y hombros. Una misma prenda podía estar hecha de diferentes colores de tela. Los tejidos eran decorados con pequeños diseños que ocupaban toda la tela, especialmente grupos de tres puntos, y también con diseños de rayas más grandes.
En el siglo XI la España cristiana es una franja al Norte de la Península amenazada en todo instante por los sarracenos. Comienzan los cristianos (tanto hombres como mujeres, a estas les encanta llevar el velo facial de las musulmanas, provocando con ello la ira de los ulemas (doctores de la ley mahometana), que veían en ello la disolución de las costumbres y la contaminación del diablo. También se desarrollaron una gran variedad de mantos, que podían ser mobatana (forrados de pieles), barragán (lana), y alifafe (hecho de diferentes pieles). Pieles comunes eran las de comadreja, conejo y cordero. Un estilo peculiarmente español, que probablemente tiene su origen en la paenula romana, era completamente cerrado, más corto por detrás que por delante, y con una banda decorando el borde inferior delantero. Otro estilo tradicionalmente español, llevado por tanto hombres como mujeres, es el que tenía una abertura para el brazo izquierdo. Asimismo, se sigue llevando la capa visigótica corta.
Se usan gorros como cofias en la España hispano-romana. El manto pesado es prenda para salir de casa y el manto ligero para estar en ella. También se lleva capa o zorama. La cabeza de los hombres y algunas mujeres, se cubría y usaban sombrero de ala ancha.
El hombre y la mujer usan trajes especiales para dormir llamados kamese o lecto. La dama utiliza la estola que más tarde se transformará en prenda litúrgica. La ropa interior masculina se componía de camisa y calzones cortos, parecidos a los pantalones de los bárbaros, pero mucho más cortos y tapados con la túnica. También usaban calzas, una especie de medias de tela. La ropa interior de la mujer consistía en un simple camisón, sin nada debajo.
Para salir de su casa la mujer llevará encima un sayal o manto que le cubra la cabeza en señal de modestia. Si por el contrario se encuentra en casa usa el alfaime o toca. Estas prendas son obligatorias en la mujer casada que llevará siempre la cabeza cubierta: el pelo recogido con red, en moños o trenzas, la soltera lo llevará suelto, de ahí la expresión "peinado de doncella".
En el hombre predominan los colores pardos, con tejidos de hilo o lana sin teñir. El campesino viste túnica corta o camisa larga hasta la rodilla que cae encima de las calzas, que pueden ser anchas o ajustadas, sujetas con un cordón a la cintura igual que la túnica, que lleva abertura para introducir la cabeza. El chaleco se utiliza para los días más fríos además de que las mangas no facilitan el trabajo del campo. Éste puede ser de piel, y dependerá de la época del año. Los pantalones sueltos fruncidos en los tobillos de influencia visigoda (denominados femaralis de herencia visigoda) o de influencia musulmana pueden verse en las ilustraciones de caballeros y otras figuras importantes. En cuanto al calzado, en verano se usaban las albarcas, y en los sitios fríos se acompañaban de una especie de calcetines de piel con el cuero por fuera y la piel por dentro. También se llevaban sandalias, de influencia romana, o zapatos con la punta retorcida de influencia musulmana. Usaban sombrero de ala ancha para cubrir la cabeza.

LA ROPA INTERIOR
La ropa interior masculina se componia de camisa y calzones cortos que cubrían la túnica.También se servían de calzas, una especie de medias de tela. La mujer vestía camisa o kamese, y sobre ésta la túnica o almexia recogida en la cintura para facilitar el trabajo.